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No me callo más.

No es no. Incluso cuando me estás tirando onda repetidamente y no te correspondo. No es no, cuando no quiero, cuando no tengo ganas, cuando no me gustás y cuando mis acciones y mi cuerpo lo demuestran. Es no cuando al lado tuyo me siento incómoda, es no cuando te acercás a mí, así, demasiado cerquita como para respirar. Cuando invadís mi espacio personal y físico, cuando se me aprieta el pecho y me explota la garganta de tanta incomodidad. Cuando siento tu cuerpo junto al mío, tan encima y sin que yo te lo pida. Es no cuando me alejo de vos y te volvés a acercar. Es no cuando tu actitud me harta, me cansa, me agota física y mentalmente, se me paraliza todo el cuerpo y no sé cómo reaccionar. Hoy llegué al límite. Decidí que no voy a callarme más. Lo dije de frente, tiré toda la bronca y la impotencia y dejé claro que no me gustaba la situación. Ya fueron demasiados años de bancarme este tipo de cosas por parte de los hombres, tanto ciegos como hombres sin discapacidad. Callé todo mucho

Hablemos de los hombres con discapacidad. Lo disca no te quita lo violento.

En estos días me preocupan muchas cosas y estoy pensando mucho, como todxs. Pero hay algo que realmente me preocupa y es hora de hacerlo visible. Porque lo que no se nombra no existe y lo que se calla, lastima. Me explotan los ovarios de tanta bronca y miles de emociones encontradas. En esta última semana, a raíz del hartazgo general por un lado, y de un texto que compartió una amiga sobre el machismo en hombres ciegos también, se dieron en distintos grupos de militancia tanto feministas como de personas con discapacidad, instancias de debate y de catarsis sobre el tema. El debate no surge porque estamos aburridas y queremos hablar del tema. El debate, la expresión de la indignación y de la bronca surge porque nos pasa, nos pasó a nosotras y a otras que conocemos. Y sigue pasando. Pasa aún en la actualidad que somos violentadas de múltiples formas por hombres con discapacidad, y que no lo podemos decir. Queda tan oculto, tan invisible que empezamos a naturalizarlo, desde pensar que por

Estoy conmigo.

Son las 20:00. Me subo las mangas y me pongo a amasar una pizza casera, con la música de fondo para acompañar la noche. Bailo al ritmo de las canciones que más me gustan mientras hundo los dedos en la masa. Escucho a mi gata jugando en el comedor, acercándose de vez en cuando y maullándome como quien saluda al pasar. Agrego más agua a la preparación y sigo amasando. La masa ya está lista, la paso a la mesada y prendo el horno. Pongo la piza en el horno mientras rebusco algo para tomar. "Agua, como siempre", pienso mientras sonrío bailando al ritmo de la música. Y es en ese preciso instante, en el que estoy sola sentada a la mesa un sábado por la noche, en el que empiezo a disfrutar. El queso derretido y el sabor de la pizza me llenan la boca, mi gata se sube en mi regazo de un salto acomodándose para echarse una siesta. Y es ahí cuando caigo en la cuenta. No estoy sola. Estoy conmigo. Y estoy bien así. Hoy estoy en paz.

Hoy salimos a las calles (texto en relación al 8m)

Hoy marchamos. Hoy se para el planeta. Porque nos siguen matando. Porque los femicidios crecen cada día, como si fuese un castigo por ser mujeres. Porque a las trans también se las mata con odio y furia. Hoy salimos a la calle: las lesbianas, las gordas, las disidentes, las afro. Y las discas salimos a gritar bien fuerte, porque también somos violentadas, abusadas, acosadas, no tenemos laburo, los gobiernos nos ignoran desde el comienzo de la humanidad. No se nos incluye. La palabra inclusión es un adorno para disfrazar la realidad, un hastag para la foto. Y porque nos queremos libres, vivas, organizadas, desendeudadas e incluidas! Por todas, por todos, por todes! Las Discas también BANCAMOS LA PARADA✊♀️ TRABAJO DECENTE, LIBRE DE VIOLENCIA Y DISCRIMINACIÓN Para todes les compañeres con discapacidad. Ni una menos Basta de matarnos Basta de muertas por abortos clandestinos Será Ley Basta de violencia La revolución será transfeminista o no será! Resistimos. Sobrevivimos. Lucha

Seré una mujer (texto de 2016)

Texto inspirado en una amiga que por ese entonces estaba empezando su transición. Hoy, 4 años después, logró tras superar miles de obstáculos ser lo que siempre quiso ser. Una mujer. Le di los retoques finales a mi maquillaje y me miré en el espejo de cuerpo entero que colgaba en mi habitación. Una mujer me devolvía la mirada desde el cristal. Dentro de mí fue creciendo una poderosa sensación de libertad. Dentro de ese cuarto podía ser yo misma, podía liberarme. Podía ser lo que siempre quise ser: una mujer. Mis ojos se llenaron de lágrimas de alegría. Volví a admirarme en el espejo una vez más. Sus nudillos golpearon la puerta con fuerza. Me ordenó con su voz amenazadora que bajara a cenar. Me quité rápidamente el vestido, las sandalias y la ropa interior de mujer. Las medias que usaba para simular unos pechos cayeron al suelo y mi maquillaje se disolvió mientras me lo limpiaba. Me vestí rápidamente con esa ropa de hombre que odiaba. Me giré despacio hacia el espejo y un chico me de

No te rindas (2014)

Este es un poema que escribí hace años, en un intento de dejar atrás mis trastornos mentales, y una forma de ayudar a otras niñas que pasaban por lo mismo. Tienes que ser fuerte, nunca te debes rendir. La solución no es la muerte, tienes que sobrevivir. Cada día es una lucha constante, te levantas y te vuelves a caer. Pero la solución no es autolesionarte, ni dejar de comer. Seguramente no me creerás, pero es valiosa tu existencia. Te aseguro que mucha gente sufrirá, si le niegas al mundo tu presencia. Empieza a quererte, lucha día a día por tu liberación. Cuando estés a punto de caerte, no te encierres en la autolesión. Si quieres perder peso, no recurras a una enfermedad. Muchas personas han muerto, por dejar de comer y vomitar. No te rindas, sigue adelante. Por más difícil que sea tu vida, si te caes levántate. Nunca bajes los brazos, no dejes de luchar. Aunque tu corazón esté roto en mil pedazos, tu vida debe continuar.

El miedo (texto del 2016)

El miedo nos encarcela. Nos oprime el pecho. El miedo es la llave de nuestra propia cárcel. Podemos utilizarla para encerrarnos y no salir jamás, o podemos abrir la puerta y arrojarla bien lejos, para no volver a esa cárcel. Para ser espíritus libres, auténticos, sin temor a lo que los demás piensen de nosotros. El miedo, la inseguridad, las dudas, son las llaves que nos encierran en nosotros mismos y no nos dejan salir. Las ideas, los pensamientos, las ganas de vivir, los proyectos de vida, todo aquello que queremos hacer y lo que queremos ser quedan atrapados en nuestra mente, por temor. No vivimos, no somos, no hacemos. Por miedo. Miedo a lo que opinen nuestros padres, nuestros amigos, y la sociedad. Miedo a ser rechazados por ser y pensar diferente al resto. Miedo a vivir libremente, a expresarnos, a hablar de lo que sentimos, de lo que pensamos, de nuestros problemas. Miedo a que nadie en el planeta Tierra nos comprenda. Y así, los miedos nos van limitando; ya no queremos ser, ya

La feminista. Texto de María Elena Walsh

La feminista. Sucede que ya no aguanto que en la calle me grités a la primera de cambio: "¡Tenías que ser mujer!" Soy mujer y me equivoco pero vos, ¿quién te creés? ¿Valentina la astronauta, Evita, sor Juana Inés? Sos el león de la Metro, mucha porra y poco rey. No me vengas con rugidos que no hay selva por acá y no soy ninguna fiera ni la mona de Tarzán. Yo fallo por accidente y no por fatalidad. Cuando agarre la manija no sé si lo haré tan mal como ustedes, que arremeten gobernando marcha atrás. Conmigo te equivocaste de programa y de canal. Me tomaste por tu abuela que aguantó sin pestañear. Si tenés el monopolio del acierto universal yo te dejo vía libre pero vos, dejame en paz. Y cuando las papas quemen ¡arreglate sin mamá! María Elena Walsh a 90 años de su nacimiento.